Este diseño se centra en la verticalidad y la elegancia minimalista, utilizando muros verdes y jardineras lineales para aportar frescura en un espacio reducido. Las plantas trepadoras suavizan las superficies y generan una sensación de continuidad natural, mientras que los tonos del acero corten aportan calidez y carácter.

La composición vegetal combina especies resistentes y floraciones puntuales, creando contraste sin sobrecargar el espacio. El resultado es un espacio funcional y estético, pensado para ofrecer intimidad y armonía con un mantenimiento sencillo y una imagen contemporánea.

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