Este diseño apuesta por la variedad de texturas y contrastes cromáticos, creando un espacio dinámico que evoluciona con las estaciones. Las zonas de césped se combinan con macizos de arbustos y plantas ornamentales, generando composiciones naturales que aportan movimiento y profundidad al jardín.

La iluminación nocturna resalta los caminos y puntos focales, transformando el espacio en un entorno acogedor y elegante. La integración de elementos decorativos, como tinajas y especies de porte escultórico, aporta personalidad y convierte cada rincón en un lugar único para disfrutar tanto de día como de noche.

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